
Conocido ahora como El lobo de Wall Street, Jordan Belfort - el inescrupuloso corredor de bolsa interpretado por Leonardo DiCaprio visto a través de la mente de Martin Scorsese - plantea al público una pregunta retórica: ¿Cómo suena como dinero?
La respuesta es: rugiente e ininteligibles , como las escenas de una oficina transformada en una caldera llena de corredores emocionados y persuadiendo a sus clientes - y otros compañeros de trabajo - en una cacofonía de ambición y ambiente alborotado.
Al contar sus incontables aventuras, drogadicciones y notorias estafas millonarias que lo llevaron a prisión, la gran historia de Belfort puede dejarnos varios aprendizajes para evitar caer en sistemas fraudulentos.
En la actualidad, Jordan es un orador motivacional y entrenador que inspira a emprendedores y empresarios a través de su técnica de ventas llamada la Línea Recta.
Esto fue lo que tomamos de su inusual historia:
1. El Carisma es rey.
Lo que Belfort carecía en cuestión moral lo reponía con su carisma frenética. Como se autoclama “vendedor de basura a recoge basuras”, Belfort no solo se ganaba la confianza de sus clientes casi de manera instantánea sino que también les generaba un sentido de urgencia y necesidad.
Sus colegas también se alimentaban de su abastecedora energía. Frecuentaba darle charlas motivacionales a sus vendedores en las que llegaba a un nivel de conexión con cada uno muy intenso.
Sin tomar en cuenta la carencia moral, el impacto persuasivo de Belfort mostraba confianza, creencia y dinamismo que son cualidades esenciales para el éxito de cualquier empresario o emprendedor.
2. Compartir fuera de la oficina produce lealtad.
Los ejercicios de formación de equipo que hacía Belfort eran tan efectivos que hasta el ser más correcto llegaba a ceder. Es así como el Lobo de Wall Street llegaba a formar equipos profundamente motivados y unidos que trabaja tan duro como festejaban. Todas esas escenas de fiestas, fines de semanas en casas de playa y yates eran los momentos en el que Belfort y sus colegas construían un lazo de lealtad inquebrantable.
3. La familia importa.
Tras formar Stratton Oakmont, Jordan decide contratar a sus padres para que supervisen las finanzas de la compañía que resulta siendo una de las decisiones más inteligentes que hizo.
Su padre, Max que era contador, es nombrado CFO de Stratton Oakmont y es uno de los pocos personajes que pueden desafiar y criticar el comportamiento y egocentrismo de Jordan. A pesar de que trabajar con familiares es algo que puede funcionar bastante bien, hay que tener un muy buen balance. Las intimidades de trabajar junto a tu familia puede ser necesaria a la hora de hacer un repaso de la realidad, por ejemplo Belfort se asesoró de la honestidad de su padre para poder ser más rentable todavía.
Fuente: Geoff Weiss / Entrepreneur
La respuesta es: rugiente e ininteligibles , como las escenas de una oficina transformada en una caldera llena de corredores emocionados y persuadiendo a sus clientes - y otros compañeros de trabajo - en una cacofonía de ambición y ambiente alborotado.
Al contar sus incontables aventuras, drogadicciones y notorias estafas millonarias que lo llevaron a prisión, la gran historia de Belfort puede dejarnos varios aprendizajes para evitar caer en sistemas fraudulentos.
En la actualidad, Jordan es un orador motivacional y entrenador que inspira a emprendedores y empresarios a través de su técnica de ventas llamada la Línea Recta.
Esto fue lo que tomamos de su inusual historia:
1. El Carisma es rey.
Lo que Belfort carecía en cuestión moral lo reponía con su carisma frenética. Como se autoclama “vendedor de basura a recoge basuras”, Belfort no solo se ganaba la confianza de sus clientes casi de manera instantánea sino que también les generaba un sentido de urgencia y necesidad.
Sus colegas también se alimentaban de su abastecedora energía. Frecuentaba darle charlas motivacionales a sus vendedores en las que llegaba a un nivel de conexión con cada uno muy intenso.
Sin tomar en cuenta la carencia moral, el impacto persuasivo de Belfort mostraba confianza, creencia y dinamismo que son cualidades esenciales para el éxito de cualquier empresario o emprendedor.
2. Compartir fuera de la oficina produce lealtad.
Los ejercicios de formación de equipo que hacía Belfort eran tan efectivos que hasta el ser más correcto llegaba a ceder. Es así como el Lobo de Wall Street llegaba a formar equipos profundamente motivados y unidos que trabaja tan duro como festejaban. Todas esas escenas de fiestas, fines de semanas en casas de playa y yates eran los momentos en el que Belfort y sus colegas construían un lazo de lealtad inquebrantable.
3. La familia importa.
Tras formar Stratton Oakmont, Jordan decide contratar a sus padres para que supervisen las finanzas de la compañía que resulta siendo una de las decisiones más inteligentes que hizo.
Su padre, Max que era contador, es nombrado CFO de Stratton Oakmont y es uno de los pocos personajes que pueden desafiar y criticar el comportamiento y egocentrismo de Jordan. A pesar de que trabajar con familiares es algo que puede funcionar bastante bien, hay que tener un muy buen balance. Las intimidades de trabajar junto a tu familia puede ser necesaria a la hora de hacer un repaso de la realidad, por ejemplo Belfort se asesoró de la honestidad de su padre para poder ser más rentable todavía.
Fuente: Geoff Weiss / Entrepreneur